Carretera cortada

Camino a ninguna parte

Camino a ninguna parte

Este fin de semana ha circulado, por fin, el primer tren por las vías soterradas en Puerto Real. después de casi 4 años de obras, durante las que el pueblo ha estado dividido en dos mitades casi incomunicadas en la práctica por la vía provisional con su apeadero provisional, con la salvedad de dos pasarelas provisionales para peatones que casi nadie se atrevía a cruzar dado su inquietante aspecto de inseguridad, sobre todo los días de levantera, o cuando la lluvia o la humedad mañanera las hacían intransitables so peligro, cuando menos, de torcerse un tobillo, de lo que puedo dar fe personalmente.

Los afortunados habitantes del más allá de las vías hemos soportado esta provisionalidad de 45 meses y pico que nos alejaba del centro, del trabajo, del comercio y de nuestros familiares y amigos. Nos alejaba, aproximadamente, 10 km más que antes, por la sencilla razón de que los caminos para pasar de una parte a otra de la población obligaban y siguen obligando (solo se han habilitado dos pasos peatonales sobre la ya inútil vía en superficie) obligan a dar un gran rodeo por carretera o autopista.

He hecho algunos cálculos apresurados; redondeados y nada rigurosos para tener idea del sobrecoste que ha supuesto esta situación a más de la tercera parte de los habitantes de Puerto Real: en mi caso, y tirando siempre por lo bajo, he usado el coche durante estos años unos 14000 km DE MÁS al tener que usar las rutas alternativas, equivalentes a unas 50 jornadas de trabajo completas. casi 400 horas de mi tiempo. Y estimo unos 1800 € gastados también de más sólo en combustible.

Tomando datos del Instituto Andaluz de Estadística sobre la densidad de población, el numero de habitantes por hogar, el numero de coches de la zona y alguno más, salen unos números disparatados. Para no aburrir con las cuentas (que son muy aproximadas y tienen un gran margen de error en ambos sentidos), solo diré que para una estimación de unos 16000 habitantes, 6000 turismos y 5000 hogares a este lado del Mississippi, sale la bonita cifra de 9 millones de euros en gasolina malgastada. También tenemos el equivalente a 250000 jornadas de trabajo desperdiciadas al volante.

y todo esto con cálculos conservadores. Si hubiera tenido en cuenta que en cada casa hay más de un coche, que muchos días hay que hacer más de un viaje, que antes usábamos menos el coche porque pasar andando era más sencillo, que los pobladores del centro también vienen por Las Canteras de vez en cuando, que en viajes cortos el gasto de combustible por km es mucho mayor… En fin, casi mejor ni pensarlo.

Si los vecinos nos hubiésemos puesto de acuerdo para pagar en 2010 la parte que debía el ayuntamiento, nos habríamos ahorrado al menos el tiempo perdido, y el soterramiento estaría funcionando hace años.

Y tendríamos para también dos huevos duros.